entre la muerte y la vida

Es curiosa la vida, estamos de paso, de prestado, sabemos que un día todo acabará, quizás lo curioso e interesante sea el no saber cómo, ni dónde, ni mucho menos cuando.

Por eso debemos de vivirla intensamente, lo más posible, procurando no equivocarnos, no tiene marcha atrás y sobre todo siendo felices y haciendo felices a los de alrededor.

Porque un día la parca llamará a nuestra puerta, y entraremos en ese famoso túnel con una luz al final y del que es imposible retroceder.

Muchas veces la edad, la enfermedad o el dolor parece que convidan a una muerte justa, incluso precipitada, y en muchos casos esperada por el entorno.

Sin embargo, cuando un ser querido nos abandona el dolor es tan profundo que todos desearimos que no llegara, aunque le veamos sufrir, aunque suframos con él, aunque nos quite muchas horas de sueño, y de descanso, porque al final esa falta será para siempre y solo nos quedarán recuerdos, y su cara poco a poco irá volviendose difuminada en nuestra mente.

Con el paso de los años quizás hasta tengamos que recurrir a una viejas fotos o a algun video casero.

Por todo esto siempre nos gustaría tener junto a nosotros a nuestros seres más queridos, para no tener que vivir de recuerdos, para no volver la vista atrás.

Y algun día tambien me tocará a mí, y a tí, y la gente que nos rodea tendrá los mismos sentimientos, los mismos recuerdos y las mismas vivencias que nosotros tuvimos, y si no es así es que muy poco hemos hecho en esta vida, bueno en la vida, porque lo otro es muerte, es falta de vida. ...

(para tí amigo Antonio con mi más sentido pésame por el fallecimiento de tu padre. un abrazo)