Digo que soy libre
y cuando lo digo
sé que es fácil pronunciar esa palabra,
pero no me importa, digo lo que siento
y me arriesgo a ser el muerto en la batalla.
Qué puedo hacer, qué puedo hacer,
si no tengo nada que perder.
--
Digo que soy libre
y aunque sé que miento
me demuestro una verdad con mi mentira,
no me quedan fuerzas, sólo un sentimiento
que aún resiste a ser escombro en las cenizas.
Qué puedo hacer, qué puedo hacer,
si no queda nada en qué creer.
...
Digo que soy libre
y no me da miedo
proclamar esa locura entre las luces simples
y ruidosas de nuevos conversos
propietarios de las más altas virtudes.
Qué puedo hacer, qué puedo hacer,
si me duele tanto envejecer. ...
(Luis Eduardo Aute)
No hay comentarios:
Publicar un comentario