en invierno con el sol
con las nubes en verano.






martes, 12 de febrero de 2008

envejecer es obligatorio

No dejamos de amar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de amar.
Existen algunos secretos para continuar jóvenes, felices y exitosos. Es necesario reir y encontrar el humor en cada día. Es necesario tener un sueño. Cuando se pierden los sueños, uno se muere.
Hay tantas personas caminando por ahí que están muertas y ¡no se dan cuenta! Hay una enorme diferencia entre envejecer y crecer.
Cualquier persona consigue envejecer. Eso no exige talento ni habilidad. La idea es crecer siempre encontrando oportunidades en las novedades. La idea es crecer siempre encontrando la oportunidad de cambiar. No tengas remordimientos. Los viejos generalmente no se arrepienten de aquello que hicieron, sino de aquellas cosas que dejaron de hacer.
Las únicas personas que tienen miedo de la muerte son aquellas que tienen remordimientos.

“Envejecer es obligatorio, crecer es opcional".

viernes, 8 de febrero de 2008

10 años despues



Si diez años después te vuelvo a encontrar en algún lugar,
no te olvides que soy distinto de aquél pero casi igual.
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Si la casualidad nos vuelve a juntar diez años después
algo se va a incendiar, no voy a mostrar mi lado cortés.
--
Aquello fue un gran punto de partida,
pero a la vez qué fácil se te olvida.
Diez años después quién puede volver atrás.
Estamos en la tierra cuatro días
y el cielo no me ofrece garantías:
diez años después mejor volver a empezar.
--
Si tu credulidad se deterioró en algún lugar,
no te olvides que soy testigo casual de tu soledad.
--
Si diez años después no estamos igual, qué le vas a hacer.
Otros diez años más y luego, empezar juntos otra vez.
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Aquello fue una linda primavera
pero fue solamente la primera.
Diez años después el tiempo empieza a pesar.
Me quedan balas en la cartuchera
pero te guardo siempre la primera.
Diez años después mejor reír que llorar.
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Una carta te di que nunca escribí, que nadie leyó.
Hoy, diez años después, todo sigue igual, nunca te llegó.
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Dentro del corazón, al día de hoy, no queda lugar.
Si perdí la razón, no fue por amor, fue por soledad.
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La vida es una gran sala de espera,
la otra es una caja de madera.
Diez años después mejor dormir que soñar.
No se puede vivir de otra manera,
porque si no la gente ni se entera.
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Diez años después quién puede volver atrás.
Diez años después, mejor decir que callar.
--
(Los Rodriguez, de su disco 'palabras mas palabras menos')

miércoles, 6 de febrero de 2008

cojones, de Arturo Perez Reverte


Ahora me explico las quejas de los extranjeros por sus dificultades con nuestras acepciones. Un ejemplo de la riqueza del lenguaje castellano es el número y acepciones de una simple palabra, como puede ser la muy conocida y frecuentemente utilizada referencia a los atributos masculinos, "cojones".

Si va acompañada de un numeral, tiene significados distintos según el número utilizado, así :
  • "uno" significa caro o costoso (valía un cojón),
  • "dos" significa valentía (tiene dos cojones),
  • "tres" significa desprecio (me importa tres cojones),
  • un número muy grande más "par" significa dificultad (lograrlo me costó mil pares de cojones).

El verbo cambia el significado:
  • "Tener" indica valentía (aquella persona tiene cojones),
  • aunque con signos exclamativos puede significar sorpresa (¡tiene cojones!);
  • "poner" expresa un reto, especialmente si se pone en algunos lugares (puso los cojones encima de la mesa).


También se los utiliza para:

  • apostar (me corto los cojones),
  • o para amenazar (te corto los cojones).

El tiempo del verbo utilizado cambia el significado de la frase. Así:

  • el presente indica molestia o hastio (me toca los cojones),
  • el reflexivo significa vagancia (se tocaba los cojones),
  • pero el imperativo significa sorpresa (tócate los cojones!).

Los prefijos y sufijos modulan su significado:
  • "a-" expresa miedo (acojonado),
  • "des-"significa cansancio (descojonado),
  • "-udo" indica perfección (cojonudo),
  • "-azo" se refiere a la indolencia o abulia (cojonazo).

    Las preposiciones matizan la expresión:
  • "De" significa éxito (me salió de cojones), o cantidad (hacía un frío de cojones),
  • "por" expresa voluntariedad (lo haré por cojones),
  • "hasta" expresa límite de aguante (estoy hasta los cojones),
  • "con" indica valor (era un hombre con cojones)
  • "sin", cobardía (era un hombre sin cojones).

Es distinto el color, la forma, la simple tersura o el tamaño:
  • El color violeta expresa frio (se me quedaron los cojones morados),
  • la forma, cansancio (tenía los cojones cuadrados),
  • pero el desgaste implica "experiencia" (tenía los cojones pelados de tanto repetirlo).

Es importante el tamaño y la posición (tiene dos cojones grandes y bien plantados); sin embargo hay un tamaño máximo (tiene los cojones como los del caballo de Espartero) que no puede superarse, porque entonces indica torpeza o vagancia (le cuelgan, se los pisa, se sienta sobre ellos, e incluso necesita una carretilla para llevarlos).


La interjección "¡cojones!" significa "sorpresa", y cuando uno se halla perplejo los solicita (manda cojones!). En ese lugar reside la voluntad y de allí surgen las órdenes (me sale de los cojones).

En resumen, será difícil encontrar una palabra, en castellano o en otros idiomas, con mayor número de acepciones.

Salut collons!!!