
La Biblia cuenta una historia,
Que un dios terrible dictó.
El drama de dos hermanos,
El justo y el traidor.
Abel mezquino y cobarde,
El siervo de su señor.
Caín que no entró en el juego,
Y que se reveló.
Te maldigo truena la voz de su juez.
Padre nuestro que nos privó del Edén.
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Caín rompió con un gesto,
Su yugo de esclavitud.
Huyó del ojo implacable,
Llevó su propia cruz.
Perseguido, por quebrantar una ley,
Que no entiende y que no cuenta con él.
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Sufrirás, morirás,
esta es su voluntad,
Pero aún hay aquí,
¡¡¡Hijos de Caín!!!
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La estirpe del fugitivo,
Creció y se multiplicó.
El signo que los margina,
Ya nunca se borró.
Te maldigo, claman los hijos de Abel,
A la diestra de su señor el poder.
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Quizá los hombres seamos,
A un tiempo Abel y Caín.
Quizá algún día destruya,
Lo oscuro que hay en mí.
El destino no está marcado al nacer.
Yo he elegido ser lo que siempre seré.
¡¡¡Hijo de Caín!!!
¡¡¡Hijo de Caín!!!
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(Baron Rojo de su disco 'Baron en aqualung)
2 comentarios:
Parece mentira esta canción me puso la carne de gallina la primera vez que las escuche hace ya mas de 20 años.
Hoy lo sigue haciendo.
De lo mejor...
+ip
Se me olvido comentar...
en cuanto me jubile me compro una moto de esas chopper negras, que en el lomo ponga HIJA DE CAIN. parece que me estoy viendo a lomo de ella con mi chupa de cuero con flecos largos al viento en los brazos y un casco de esos de la primera guerra mundial, pero con pincho en el techo hacia arriba como llebavan los austro hungaros creo que eran. En fin me voy a la cama que mañana tengo que currar.
Amassip
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